Dormir con las piernas en alto: ¿es benefico?

Dormir con las piernas elevadas es una práctica que se ha vuelto poco a poco más popular en los últimos tiempos, especialmente entre aquellas personas que experimentan hinchazón en las piernas y los pies. No obstante, si bien esta posición puede tener ciertos beneficios, asimismo existen algunas contraindicaciones que debes tener en cuenta.

Ahora, te presentamos algunas de las contraindicaciones más frecuentes de dormir con las piernas elevadas.

Inconvenientes de cuello y espalda: Si bien dormir con las piernas elevadas puede asistir a progresar la circulación y reducir la hinchazón, esta posición también puede ejercer presión sobre el cuello y la espalda. Esto puede resultar incómodo e inclusive doloroso, singularmente Más información si tienes inconvenientes de columna vertebral.

Inconvenientes respiratorios: Dormir con las piernas elevadas puede agudizar los inconvenientes respiratorios, como la apnea del sueño. Si padeces de este trastorno, es posible que tengas dificultades para respirar mientras que estás en esta situación.

Problemas cardiovasculares: Si tienes problemas cardiovasculares, como insuficiencia cardíaca o hipertensión, dormir con las piernas elevadas puede ser contraproducente. Esta posición puede hacer que el corazón trabaje más duro para bombear la sangre hacia las piernas, lo que puede aumentar la presión arterial.

Embarazo: En el caso de las mujeres embarazadas, dormir con las piernas elevadas puede ejercer presión sobre el útero y reducir el flujo sanguíneo cara el feto. Por tanto, esta posición no es recomendable a lo largo del embarazo.

Problemas de circulación: Si bien dormir con las piernas elevadas puede asistir a progresar la circulación en las piernas y los pies, si padeces de problemas de circulación en otras partes del cuerpo, como en las manos, esta situación puede empeorar la situación.

Como conclusión, aunque dormir con las piernas elevadas puede tener algunos beneficios para determinadas personas en determinadas situaciones, también es esencial tener en cuenta las posibles contraindicaciones. Si tienes alguna preocupación o problema de salud que te impida dormir con las piernas elevadas, lo mejor es charlar con tu médico para determinar la situación de sueño que mejor se adapte a tus necesidades.