El mejor articulo sobre el pájaro Canario que encontraras - Articulo numero: 80 - 50 del año 2021.

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El pájaro canario silvestre o bien serín canario (Serinus canaria)​ es una suerte de ave paseriforme de la familia de los fringílidos (Fringillidae). A pesar de su nombre tanto común como científico es autóctono de varios subarchipiélagos de la Macaronesia: las islas Canarias, Azores y Madeira, y no solo de las primeras. Su familiar más próximo es verdecillo europeo (S. serinus).

El pájaro canario se considera, según una ley del Gobierno de Canarias, el símbolo natural del archipiélago canario, conjuntamente con la palmera canaria.3​ Su hábitat natural se sitúa en áreas semiabiertas, como huertos y florestas. Hace el nido en arbustos o árboles.

Conforme Antonio Arnaiz-Villena el pájaro canario silvestre de la Macaronesia, probablemente, tiene unas estrechas relaciones genéticas con sus congéneres del continente africano. El origen de todos los canarios bien pudiera estar en las especies que viven en África del Sur.

El pájaro canario silvestre es de colores parduzcos en la parte superior y amarillo verdoso en la cara y partes inferiores.Es más grande y tiene menos contraste que otros pájaros de exactamente la misma familia, como el verdecillo, y su plumaje es más gris y cobrizo. Llega hasta los trece cm de longitud. Su esperanza de vida en estado salvaje acostumbra a ser de entre cinco y diez años, como máximo.

Si bien los canarios silvestres son de tonos apagados, desde el siglo XVII se ha cruzado selectivamente esta especie en cautividad, dando origen a los colores vivos conocidos hoy en día (blanco, naranja, cobre, amarillo, etcétera) presentes en los canarios domésticos. En verdad, el canario rojo fue el primer animal creado a través de selección genética,​ introduciendo los tonos colorados en el plumaje a través de el cruce con el cardenalito.

Este tipo de ave habita en una amplia variedad de ecosistemas, desde bosques de pino y laurel hasta en dunas de arena. Es más común en áreas semiabiertas con árboles pequeños, tales como huertos y bosquecillos. Se da habitualmente en hábitats creados por el hombre, como parques y jardines. Este ave se halla desde el nivel del mar hasta cuando menos una altitud de setecientos sesenta metros. en Madeira, hasta 1100 metros en las Turbes, y sobre mil quinientos metros sobre el nivel del mar, en las islas Canarias.

El pájaro Canario se alimenta en el suelo o bien entre la vegetación baja, por norma general lo hace en bandadas. Su dieta se compone eminentemente de semillas, tales como las de las malas yerbas, las de poáceas y frutos. También se alimenta de otras partes vegetales y de pequeños insectos.

Es un ave gregaria que de forma frecuente anida en conjuntos, con cada pareja defendiendo un territorio pequeño. El nido es en forma de cuenco, y lo construyen sobre un árbol o arbusto a una altura jilguero superior a ciento sesenta cm del suelo, más comúnmente a entre tres a cuatro m. Está bien oculto entre las hojas, de manera frecuente en el extremo de una rama. Está hecho de fibras vegetales, hierba, musgo y otros materiales de plantas, y forrado con materiales suaves, como pelos y plumas. Los huevos son depositados entre enero y julio en las islas Canarias, de marzo a junio con un pico de abril y mayo en Madeira, y de marzo a julio con un pico de mayo y junio en las Azores.

Estas aves son de color azul pálido o bien azul-verde con manchas violeta o rojizo concentradas en el extremo menos en punta. Cada nidada contiene de tres a 5 huevos, consiguiendo producir de forma exitosa un promedio de dos a 3 crías por año. Los huevos se incuban entre trece y 14 días y los polluelos abandonan el nido desde los 14 días hasta los veintiún días, con una mayor frecuencia entre los 15 y diecisiete días.

El pájaro canario familiar fue criado por vez primera en el siglo XVII. Los ejemplares capturados en su hábitat original fueron llevados a Europa por marineros españoles. Su cría se hizo muy popular en las cortes de los reyes europeos y sus costos eran prohibitivos.​ Los frailes fueron los que comenzaron a criarlo, y para hacer que el precio se mantuviera alto, solo vendían ejemplares machos, que son los que cantan. Finalmente, algunos criadores de estas aves italianos consiguieron hembras y fueron capaces de reproducirlos por sí solos, por lo que se hicieron muy populares en toda Europa continental. En Inglaterra en un principio eran propiedad solo de personas adineradas mas, con el tiempo, empezaron a ser criados también allí haciéndose muy populares y brotando muchas razas por medio de la cría selectiva.

Desde el siglo XVII, y partiendo de ejemplares de aves silvestres de plumaje con color gris-parduzco en la parte dorsal y amarillo-verdoso en la cara ventral, una prolongada y también intensa selección artificial de los criadores de todo el planeta redundó en la creación de un significativo número de razas, las que, ateniéndonos al objetivo para el cual fueron escogidas, los canaricultores las suelen dividir en tres grandes grupos: canarios de canto, canarios de color, y canarios de forma. La paciente cruza selectiva ha dado origen a los colores vivos conocidos en nuestros días, entre los que se encuentran el blanco puro, crema pálido, pardo, ágata, dorado, amarillo refulgente, naranja, naranja-verdoso, cobre, rojo, negro o bien mosaico negro-bruno, pastel, opal, satiné, gris, topacio, ónix, cobalto, mármol, etcétera Mediante la combinación de estos colores, se generan los cientos y cientos de colores de plumajes posibles.

El canario doméstico se cruza de forma fácil con otras especies de la familia de los fringílidos, incluso de otros géneros, como por servirnos de un ejemplo con Jilgueros de la especie (Spinus barbatus).​ Ciertos híbridos son estériles, como el cruce entre canario y cabeza negra (Carduelis magellanica); el producto generado se lo llama mulito haciendo una analogía con el híbrido de un burro y una potranca. Otros son fértiles; en verdad, los plumajes con difíciles tonalidades de color rojo solo pudieron ser introducidas en el canario familiar en el año mil ochocientos treinta y cinco, al cruzarlos con ejemplares del cardenalito, un ave nativa de Venezuela que cuenta de forma natural con un plumaje de tonos rojizos. El canario colorado resultante fue el primer animal creado gracias a la incorporación de genes de otra especie a través de selección genética.​ También se ha logrado hibridarlos con el camachuelo común (Pyrrhula pyrrhula), entre otras especies.

El pájaro Canario se nutre de una mezcla de semillas, en especial de alpiste y mijo, aceptando además de esto, hierbas silvestres como el diente de león, verduras como la lechuga, el brócoli, las coles de Bruselas, hortalizas como la zanahoria rallada y frutas como la manzana, la pera, las naranjas. Hay en el comercio un suplemento concreto para la muda el cual debe añadirse a la mezcla de costumbre.

Durante la reproducción es esencial una buena alimentación. Se debe complementar con huevo de gallina, gelatina, pan rallado, o bien migas de galletas. Asimismo se les puede dar hueso de sepia para proporcionar el calcio preciso para una correcta capacitación de las cascarillas de los huevos. A lo largo de la alimentación de los pichones se le aportan insectos vivos, y una dieta blanda rica en proteínas, de forma conjunta con semillas germinadas.

Esta clase de pájaro necesita disponer permanentemente de agua fresca para tomar, que se debe mudar todos y cada uno de los días.

El sitio donde se dispondrá la jaula deberá tratarse de un sitio seco, fresco, y resguardado de temperaturas extremas de frío o calor, y de corrientes de aire. Algo de sol todo el año va a ser de su agrado, aunque en algunas regiones cálidas puede llegar a morir si continúa en lugares radiantes sin un sombreamiento filtrado. Debe disponer de un recipiente para bañarse. Una vez por semana ha de limpiarse el fondo de la jaula a fin de que no enferme. Si se le aporta un nido abierto, el canario va a preferir dormir en él.

Es algo difícil determinar el sexo de los canarios por su aspecto, la intensidad del color, o por su comportamiento. Un dato clave es que la mayoría de los machos cantan y la mayoría de las hembras no lo hacen. Al acercarse la primavera es posible observar algunos cambios físicos que se prestan como ayuda. El abdomen de la hembra se vuelve más redondeado.

Por lo general, en el canario familiar se activa el deseo de reproducirse cuando la longitud del día ronda más o menos las 12 horas, Esto ocurre de forma natural en la primavera, pero puede ser inducido a que ocurra ya antes por medio de la iluminación artificial y la calefacción.

Se halla capaz para el apareamiento al cumplir los 7 meses de vida; generando nuevas nidadas hasta la edad de cuatro años en el caso de las hembras, siendo seis años en el caso de los machos.

A lo largo de los últimos días de invierno, se pone sola a una hembra en una jaula de cría; se divide la jaula por el medio con una rejilla o una chapa opaca y se pone un macho en el lado opuesto a donde quedó la hembra. Seguidamente, se le incluye en la sección de esta última una base de nido y el material para que lo edifique, el que puede contener arpillera, algodón, yute, papel de seda, hilos, plumas, fibras vegetales, pelos humanos o de cualquier mamífero, etcétera Al encontrarse tan próximo a la hembra, el macho va a cantar de manera continua y de manera potente y variada, tratando de cautivar a su posible pareja. Cuando se observa una contestación conveniente de la hembra, como por ejemplo el aceptar que el macho la nutra de pico a pico por medio de los barrotes, se podrá correr la reja lo bastante para permitir que el macho cruce al otro ámbito. Si aún ella no se halla en celo probablemente se sucederán riñas, por lo que va a haber que dividirlos de nuevo, y reanudar el intento luego de un par de días, o bien cuando ella tenga la mayor parte del nido construido, por lo que será más probable que admita al macho. Si la hembra ya se encuentra en ese periodo, la pareja no va a entrar en enfrentamiento y pronto se comenzarán las montas por parte del macho.

Después de unos siete días de los apareamientos, la hembra empieza a oviponer, a un ritmo de uno por día, hasta totalizar de uno a seis huevos —generalmente de tres a cinco—, los que son de color grisáceo a verde-azulado, salpicados con un punteado variable de color marrón o bien castaño; el tamaño promedio es de diecinueve mm de largo por 15 mm de ancho.12​ Como al poner su segundo o bien tercer huevo la hembra comienza a incubarlos, ciertos criadores retiran los primeros dos o 3 huevos y los sustituyen con huevos falsos —hechos de plástico o bien porcelana—, los que solo van a ser nuevamente, trocados por los reales cuando la postura se haya completado. Esto provoca que los huevos se incuben de forma sincronizada, eclosionando de este modo todos a la vez o bien en un periodo de pocas horas, lo que da una tasa de supervivencia mayor debido a la menor disparidad en el tamaño de los polluelos, lo que traería aparejado que ciertos puedan morir por hambre o aplastamiento. Hay que tener en consideración que en los primeros días los polluelos casi duplican su tamaño día a día.

El periodo de incubación fluctúa entre doce y dieciséis días,​ siendo mayor cuanto más frío está el ambiente, aunque por lo común es de entre trece y 14 días. Durante ese tiempo, por norma general la hembra se sostendrá sobre el nido para mantener el calor indispensable para que pueda madurar un pichón en cada huevo. Si bien todo este proceso algo la debilita, va a ser el macho el que le lleve el alimento hasta el nido. Por último los pichones rompen el cascarón, estando ciegos y prácticamente desnudos de plumas, salvo un tanto de plumón en el reverso y la cabeza. Su crecimiento es notable, en tanto que con solo dieciocho a veinte días de vida ya tienen un tamaño similar al de sus padres, completamente emplumados y recorriendo el piso de la jaula.