14 secretos del mundo de la cria y reproduccion del pajaro canario - Articulo numero: 23 - 18 del año 2021.

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El pájaro canario silvestre o bien serín canario (Serinus canaria)​ es una suerte de ave paseriforme de la familia de los fringílidos (Fringillidae). A pesar de su nombre tanto común como científico es autóctono de múltiples subarchipiélagos de la Macaronesia: las islas Canarias, Turbes y Madeira, y no solo de las primeras. Su pariente más cercano es verdecillo europeo (S. serinus).

El pájaro canario se considera, según una ley del Gobierno de Canarias, el símbolo natural del archipiélago canario, de forma conjunta con la palmera canaria.3​ Su hábitat natural se ubica en áreas semiabiertas, como huertos y arboledas. Hace el nido en arbustos o bien árboles.

Conforme Antonio Arnaiz-Villena el pájaro canario silvestre de la Macaronesia, seguramente, tiene unas angostas relaciones genéticas con sus congéneres del continente africano. El origen de todos y cada uno de los canarios bien pudiese estar en las especies que viven en África del Sur.

El pájaro canario silvestre es de colores parduzcos en la parte superior y amarillo verdoso en la cara y partes inferiores.Es más grande y tiene menos contraste que otros pájaros de la misma familia, como el verdecillo, y su plumaje es más gris y marrón. Llega hasta los trece cm de longitud. Su esperanza de vida en estado salvaje acostumbra a ser de entre 5 y diez años, como máximo.

Aunque los canarios silvestres son de tonos apagados, desde el siglo XVII se ha cruzado selectivamente esta especie en cautividad, dando origen a los colores vivos conocidos hoy día (blanco, naranja, cobre, amarillo, etc.) presentes en los canarios familiares. De hecho, el canario rojo fue el primer animal creado a través de selección genética,​ introduciendo los tonos rojos en el plumaje a través de el cruce con el cardenalito.

Esta clase de ave habita en una extensa variedad de ecosistemas, desde bosques de pino y laurel hasta en dunas de arena. Es más habitual en áreas semiabiertas con árboles pequeños, tales como huertos y bosquecillos. Se da habitualmente en hábitats creados por el hombre, tales como parques y jardines. Este ave se encuentra desde el nivel del mar hasta al menos una altitud de setecientos sesenta metros. en Madeira, hasta 1100 metros en las Azores, y sobre 1500 metros sobre el nivel del mar, en las islas Canarias.

El pájaro Canario se nutre en el suelo o entre la flora baja, generalmente lo hace en bandadas. Su dieta se compone principalmente de semillas, tales como las de las malas hierbas, las de poáceas y frutos. También se alimenta de otras partes vegetales y de pequeños insectos.

Es un ave gregaria que frecuentemente anida en conjuntos, con cada pareja defendiendo un territorio pequeño. El nido es en forma de cuenco, y lo edifican sobre un árbol o arbusto a una altura superior a 160 cm del suelo, más comúnmente a entre tres a 4 m. Está bien oculto entre las hojas, de manera frecuente en el extremo de una rama. Está hecho de fibras vegetales, hierba, musgo y otros materiales de plantas, y forrado con materiales suaves, como pelos y plumas. Los huevos son depositados entre enero y julio en las islas Canarias, de marzo a junio con un pico de abril y mayo en Madeira, y de marzo a julio con un pico de mayo y junio en las Turbes.

Estas aves son de color azul pálido o azul-verde con manchas violeta o bien rojizo concentradas en el extremo menos en punta. Cada nidada contiene de tres a cinco huevos, consiguiendo producir con éxito un promedio de 2 a tres crías por año. Los huevos se incuban entre trece y catorce días y los polluelos abandonan el nido desde los 14 días hasta los veintiún días, con una mayor frecuencia entre los quince y diecisiete días.

El pájaro canario doméstico fue criado por primera vez en el siglo XVII. Los ejemplares capturados en su hábitat original fueron llevados a Europa por marineros españoles. Su cría se hizo muy popular en las cortes de los reyes europeos y sus costos eran prohibitivos.​ Los frailes fueron los que comenzaron a criarlo, y para hacer que el costo se sostuviera alto, solo vendían ejemplares machos, que son los que cantan. Finalmente, algunos criadores de estas aves italianos obtuvieron hembras y fueron capaces de reproducirlos por sí solos, por lo que se hicieron muy populares en toda Europa continental. En Inglaterra en un comienzo eran propiedad solo de personas adineradas pero, con el tiempo, empezaron a ser criados también allá haciéndose muy populares y brotando muchas razas por medio de la cría selectiva.

Desde el siglo XVII, y partiendo de ejemplares de aves silvestres de plumaje con color gris-parduzco en la parte dorsal y amarillo-verdoso en la cara ventral, una prolongada e intensa selección artificial de los criadores de todo el planeta redundó en la creación de un significativo número de razas, las que, ateniéndonos al objetivo para el que fueron seleccionadas, los canaricultores las suelen dividir en tres grandes grupos: canarios de canto, canarios de color, y canarios de forma. La paciente cruza selectiva ha dado origen a los colores vivos conocidos actualmente, entre los cuales se encuentran el blanco puro, crema pálido, pardo, ágata, dorado, amarillo brillante, naranja, naranja-verdoso, cobre, rojo, negro o bien mosaico negro-bruno, pastel, opal, satiné, gris, topacio, ónix, cobalto, jaspe, etc. Mediante la combinación de estos colores, se producen los cientos de colores de plumajes posibles.

El canario doméstico se cruza de manera fácil con otras especies de la familia de los fringílidos, incluso de otros géneros, como por ejemplo con Jilgueros de la especie (Spinus barbatus).​ Ciertos híbridos son estériles, como el cruce entre canario y cabeza negra (Carduelis magellanica); el producto generado se lo denomina mulito haciendo una analogía con el híbrido de un burro y una potranca. Otros son fértiles; en verdad, los plumajes con bastante difíciles tonalidades de color colorado solo pudieron ser introducidas en el canario familiar en el año mil ochocientos treinta y cinco, al cruzarlos con ejemplares del cardenalito, un ave nativa de Venezuela que cuenta de manera natural con un plumaje de tonos rojizos. El canario rojo resultante fue el primer animal creado gracias a la integración de genes de otra especie mediante selección genética.​ Asimismo se ha conseguido hibridarlos con el camachuelo común (Pyrrhula pyrrhula), entre otras muchas especies.

El pájaro Canario se nutre de una mezcla de semillas, en especial de alpiste y mijo, aceptando además de esto, hierbas silvestres como el diente de león, verduras como la lechuga, el brócoli, las coles de Bruselas, hortalizas como la zanahoria rallada y frutas como la manzana, la pera, las naranjas. Hay en el comercio un suplemento concreto para la muda el cual debe añadirse a la mezcla de costumbre.

A lo largo de la reproducción es esencial una buena alimentación. Se debe complementar con huevo de gallina, gelatina, pan rallado, o migas de galletas. Asimismo se les puede dar hueso de sepia para proporcionar el calcio necesario para una correcta formación de las cascarillas de los huevos. Durante la alimentación de los pichones se le aportan insectos vivos, y una dieta blanda rica en proteínas, de manera conjunta con semillas germinadas.

Esta clase de pájaro necesita contar con de manera permanente de agua fresca para tomar, que se debe cambiar todos los días.

El lugar donde se dispondrá la jaula deberá tratarse de un lugar seco, fresco, y resguardado de temperaturas extremas de frío o bien calor, y de corrientes de aire. Algo de sol todo el año será de su agrado, aunque en ciertas regiones cálidas puede llegar a fallecer si permanece en lugares radiantes sin un sombreamiento filtrado. Debe contar con de un recipiente para bañarse. Una jilguero vez por semana debe limpiarse el fondo de la jaula para que no enferme. Si se le aporta un nido abierto, el canario va a preferir dormir en él.

Es algo bastante difícil determinar el sexo de los canarios por su aspecto, la intensidad del color, o por su comportamiento. Un dato clave es que la mayoría de los machos cantan y la mayor parte de las hembras no lo hacen. Al acercarse la primavera es posible observar algunos cambios físicos que se prestan como ayuda. El abdomen de la hembra se vuelve más redondeado.

Generalmente, en el canario doméstico se activa el deseo de reproducirse cuando la longitud del día ronda aproximadamente las doce horas, Esto ocurre de forma natural en la primavera, pero puede ser inducido a que ocurra antes a través de la iluminación artificial y la calefacción.

Se halla capaz para el apareamiento al cumplir los 7 meses de vida; produciendo nuevas nidadas hasta la edad de cuatro años en el caso de las hembras, siendo seis años en el caso de los machos.

Durante los últimos días de invierno, se coloca sola a una hembra en una jaula de cría; se divide la jaula por el medio con una reja o una chapa opaca y se coloca un macho en el lado opuesto a donde quedó la hembra. Seguidamente, se le incluye en la sección de esta última una base de nido y el material para que lo edifique, el cual puede contener arpillera, algodón, yute, papel de seda, hilos, plumas, fibras vegetales, pelos humanos o de cualquier mamífero, etc. Al encontrarse tan cercano a la hembra, el macho va a cantar de manera continua y de forma potente y variada, tratando de cautivar a su posible pareja. Cuando se observa una contestación favorable de la hembra, como por poner un ejemplo el admitir que el macho la alimente de pico a pico mediante los barrotes, se podrá correr la reja lo suficiente para dejar que el macho cruce al otro sector. Si todavía ella no se halla en celo probablemente se van a suceder peleas, por lo que va a haber que dividirlos nuevamente, y reanudar el intento después de un par de días, o bien cuando ella tenga la mayoría del nido construido, con lo que será más probable que acepte al macho. Si la hembra ya se halla en ese periodo, la pareja no entrará en enfrentamiento y pronto se empezarán las montas por parte del macho.

Luego de unos siete días de los apareamientos, la hembra comienza a oviponer, a un ritmo de uno por día, hasta totalizar de uno a 6 huevos —generalmente de tres a cinco—, los que son de color grisáceo a verde-azulado, salpicados con un punteado variable de color cobrizo o castaño; el tamaño promedio es de 19 mm de largo por 15 mm de ancho.12​ Como al poner su segundo o tercer huevo la hembra comienza a incubarlos, ciertos criadores retiran los primeros 2 o bien tres huevos y los reemplazan con huevos falsos —hechos de plástico o bien porcelana—, los que solo van a ser de nuevo, trocados por los reales cuando la postura se haya completado. Esto hace que los huevos se incuben de forma sincronizada, eclosionando de esta manera todos al unísono o bien en un periodo de pocas horas, lo que da una tasa de supervivencia mayor debido a la menor disparidad en el tamaño de los polluelos, lo que traería aparejado que ciertos puedan morir por apetito o bien aplastamiento. Hay que tomar en consideración que en los primeros días los polluelos prácticamente duplican su tamaño día a día.

El periodo de incubación fluctúa entre 12 y dieciséis días,​ siendo mayor cuanto más frío está el ambiente, si bien por lo común es de entre 13 y catorce días. Durante ese tiempo, en general la hembra se sostendrá sobre el nido para sostener el calor imprescindible para que pueda madurar un pichón en cada huevo. Si bien todo este proceso algo la debilita, va a ser el macho el que le lleve el alimento hasta el nido. Finalmente los pichones rompen el cascarón, estando ciegos y prácticamente desnudos de plumas, salvo un tanto de plumón en el reverso y la cabeza. Su desarrollo es notable, ya que con solo dieciocho a veinte días de vida ya poseen un tamaño similar al de sus progenitores, completamente emplumados y recorriendo el piso de la jaula.